
Gustavo Petro|Aug 15, 2025 12:28
El acuerdo nacional de Bruce siempre fue un acuerdo de él con él mismo, siempre consistió en mantener al trabajador con bajo salario.
Nunca pensó como lo demuestran las estadísticas, que elevar los salarios y la estabilidad laboral podía ser el factor más importante de la reactivación económica.
Nunca pensó que la industrialización se impulsa con la reforma agraria y la generalización de la educación superior en la juventud, nunca vio el camino de la productividad basado en el conocimiento.
A duras penas aceptó que era necesario una tasa real de interés más baja, y no lucha por lograrlo.
Nunca aceptó que la industria hoy es una combinación de energía limpia barata, conocimiento y fibra óptica.
Saboteó la ley de financiamiento al punto que derrotó el artículo que permitía bajar al 30% el impuesto de renta a todas las empresas del país.
Se dedicó a destruir cuanta reforma social presentara el gobierno, olvidando que el tiempo del neoliberalismo mundial ya pasó y que estamos en el país más desigual socialmente de América, y que así no se puede crecer sanamente.
Lidera un seudoempresariado que vive del estado, no paga impuestos y cree que ese es el mayor pecado, no permite la competencia limpia, y ha terminado en ideologías anacrónicas y totalitarias, contrarias al más mínimo sentido liberal. Un anacrónico regreso al feudalismo con cara franquista, solo por temor al futuro y a la democracia.
El verdadero empresariado de Colombia lucha solo sin mucha organización y a él le tendemos la mano.
Un acuerdo nacional es de fuerzas sociales diversas, es con el pueblo colombiano y no simplemente con los invitados al club. No es mirándose a los espejos solos, gritándose a sí mismos embelesados en la ignorancia, hasta que los espejos se rompan.(Gustavo Petro)
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